Nunca había probado el risotto y todo el mundo habla maravillas de este plato, por lo que me decidí a probar que tal. Hay muchísimas formas de hacer este plato, tienes muchas posibilidades de merzclar ingredientes. Al final me decanté con éste porque es bastante simple aunque ya he visto en el blog de Cocimar un risotto que mmmmmmm tiene que estar delicioso, al cava con langostinos, para la próxima vez que haga risotto caerá ese.
Esta receta la saqué del blog de Penny (El Rincón de la Mariposa), que hace unas recetas, que tienen una pinta.... Penny es otra de mis profe-blogs, más de una receta de las que haga en el futuro, seguro que son gracias a ella :)
La idea era que lo iba a hacer en casa de Javi para almorzar un dominguito, y probarlo los dos juntos. Pero al final ese día había una carrera de bicis por Almensilla y allá que se fue, así que al final hice el risotto en mi casa y me lo comí con mis padres. Le encantaron, como todo :)
Como a mí no me gusta el queso que sabe a queso, en vez de echarle parmesano como ponía en la receta original, me decanté por la mozarella, que igualmente salío riquísimo.
INGREDIENTES:
- 75 gr. de mantequilla a temperatura amiente
- media cebolla muy bien picadita
- 200 gr. de arroz
- medio vaso de vino blanco
- 50 gr. de mozarella
- 3 vasos de caldo de pollo
- sal
- pimienta negra molida
Verter en un cazo el caldo de pollo, calentarlo y reservar.
Derretir en una cacerola la mitad de la mantequilla y añadir la cebolla muy bien picadita.
Cuando esté bien pochadita, verter el vino y subir el fuego hasta que se evapore el alcohol. Añadir el arroz y removerlo todo hasta que los granos de arroz se vean transparentosos.
Añadir un vaso del caldo y no parar de remover mientras éste se va consumiendo. Cuando eso ocurra verter otro vaso de caldo y cuando se vuelva a consumir añadirle el último vaso.
En este proceso se tarda al rededor de unos 20 minutos. Pasado este tiempo tendremos un rissotto cremoso.
Salpimentar al gusto y añadir el resto de la mantequilla y la mozarella. Remover todo y tapar la cacerola hasta que vayamos a servirlo en el plato para que se funda bien el queso. Es preferible no tardar mucho en servirlo puesto que entonces quedaría demasiado pastoso.
Un plato muy sabroso y fácil de hacer. La única pega que le pongo es que debería haber picado algo más la cebolla. Quitando eso estaba buenísimo, un sabor extraño para el arroz, por eso de no haberlo probado nunca así, pero estaba de vicio. Lástima que Javi no pudiera probarlo, otro día será, guapito ;)
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