Pero bueno, llegó el día, y quitando algunos contratiempos, nos salió bastante bien, muy rico aunque a mi parecer como el del chino...ninguno.
El truco de esta receta para que salga tan parecido al arroz de los restaurantes es la forma de cocción (que le da al arroz una textura acolchadita) y el glutamato monosódico, que es un potenciador de sabor.
INGREDIENTES:
- 1 vaso de arroz (a ser posible de grano largo)
- 1 vaso de agua
- 1 ó 2 zanahorias picadas o rayadas
- jamón cocido cortado en taquitos
- glutamato monosódico
- sal
- aceite de oliva
Lavar muy bien el arroz hasta que el agua salga transparente. La idea es quitarle todo el almidón.
Se pone el arroz junto con el vaso de agua en una cacerola a fuego medio y cuando rompa a hervir remover lentamente con una cuchara de madera hasta que el arroz haya absorbido todo el agua. Este paso suele tardar entre 5 ó 10 minutos, depende del arroz que utilicéis.
A continuación colocamos sobre la cacerola papel absorbente, le ponemos la tapadera y lo dejamos cocer otros 10 minutos a fuego muy bajito.
Apartar la cacerola del fuego y colocarla sobre un paño humedo y dejar reposar 5 minutos. Así se avitará que el arroz se pegue al fondo.
Seguidamente saltear en una sartén con un chorreón de aceite, durante un minuto aproximadamente, los taquitos de jamón de york y la zanahoria picada. Agregar el arroz a la sartén y mezclarlo todo muy bien mientras se sigue salteando para que el arroz coga bien el saborcito.
Por último añadir sal al gusto y una cucharadita de glutamato monosódico, remover muy bien y dejar reposar dos minutos apartado del fuego.
¡Ya está listo para comer!
Nosotros utilizamos el arroz normal, pero es mejor que utilicéis para esto el largo y fino.
La zanahoria Javi la rayó en un rayador muy mono monísimo que tiene, pero quedó tan fino, que cuando lo mezclamos con el arroz se deshizo todo, y por eso en las fotos tiene un color tan anaranjado. Es mejor picarlo en la thermomix, que en 6 segundos lo tienes en trocitos muy pequeñitos pero que no se disuelven con el calor, jejee.
Nos faltó la tortilla francesa troceada porque no teníamos huevos, y guisantes, porque no me gustan nada de nada.
Quitando todos esos problemas, a Javi le encantó, aunque se nos olvidó comerlo con los palillos nuevos que nos compramos en el Hiperoriente, jooo!
es mejor freir el huevo junto con el arroz, como si fuese un risoto, luego añadir el jamos la anaoria y los guisantes y es mejor cocer el arroz con el caldo que queda de las zanaorias y los guisantes que se cuecen ;)
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