Como ya sabréis no soy muy adicta a los dulces, pero de vez en cuando aperece alguno. Y no me digáis que el día de los reyes, no estáis deseando pillar un buen roscón de reyes, que cosa más rica, anda que no, con ese sabor tan característico que tiene.
Mirando por internet encontré varias recetas para hacerlo, y bueno, me decidí a hacerlo aunque aún quede bastante para reyes, pero habrá que practicar antes, no? Y ya de mientras pues aprovechas y te pegas un buen homenaje.
INGREDIENTES:
- 625 gr. de harina de fuerza
- 10 gr. de levadura de panadería (levadura seca)
- 10 gr. de sal
- 250 ml. de leche (a temperatura ambiente)
- 20 gr. de agua de azahar (se puede comprar en la farmacía, pero especificar que es para cocinar)
- 1 copita de ron
- 100 gr. de azúcar glass
- 2 huevos y 1 yema
- 100 gr. mantequilla (a temperatura ambiente)
- Ralladura de limón
- 1 Huevo batido para barnizarlo
- Fruta escarchada (aunque yo no le puse porque no la encontré por ningún supermercado)
- Azúcar granulado (se consigue hacer espolvoreando un poco de agua sobre él, y haciendo los grumitos con los dedos)
- Almendras laminadas para decorar
INGREDIENTES PARA LA MASA MADRE:
- 50 ml. de agua templada
- 90 gr. harina de fuerza
- 10 gr. de levadura prensada (2 sobres de levadura de panadería seca)
PREPARACIÓN:
Primero hay que hacer la masa madre, poniendo los 90 gr. de harina en un cuenco y los dos sobres de levadura de panadería. Agregar el agua templada (no caliente), mezclar bien con una cuchara y luego seguir mezclando con la mano. Hacer una bola y hacerle una cruz en la parte de arriba con ayuda de un cuchillo.
Llenar una cacerola con agua tibia (que cubra la bola) y sumergir la bola de masa madre que acabamos d ehacer. Se ve como empieza a soltar burbujas. Una vez que esté flotando, que será en unos 10 minutos aproximadamente la sacamos y la reservamos para añadirla a la masa del roscón.
Hay que tener cuidado con poner muy caliente el agua y no dejar demasiado tiempo la masa madre en el agua, ya que si no se quedaría la masa muy dura y el roscón no subiría lo suficiente.
A continuación poner los 625 gr. de harina en forma de volcán en un bol y en el centro ir añadiendo los siguientes ingredientes: la sal, la leche, el azúcar glass, la ralladura de un limón, mantequilla, huevos, la masa madre, el agua de azahar y el ron.
Amasar bien con las manos durante unos diez minutos. En caso de que la masa esté demasiado líquida añadir más harina, (al final casi le echo un kilo entero!), la misma masa os hirá pidiendo que cantidad debéis añadirle, tiene que quedar una consistencia pegajosa pero que se pueda manejar bien con las manos.
Pasar esa masa a otro bol que esté enharinado y lo cubrimos con papel film, para que la masa no se reseque ni se salga del bol, ya que la dejaremos levar durante toda la noche a temperatura ambiente. Tened en cuenta que debe de crecer muchísimo, lo digo porque yo tuve que cambiar 3 veces el recipiente pues se quedaba pequeño jeje.
Al día siguiente estará a rebosar del bol. Se saca la masa (podemos untarnos las manos con aceite ó mantequilla para manejarla mejor) y se golpeala masa bien fuerte sobre la encimera enharinada, para sacar todo el aire y se vuelve a amasar otra vez un poco más.
Se hace una bola con la masa y un agujero en medio, ir agrandando ese agujero hasta adquirir la dimensión deseada y colocar en el centro un vaso o un cuenco, puesto que hay que volver a dejarlo levar y si no lo ponéis se cerrará de nuevo y tendrá de todo menos forma de roscón.
Colocarlo sobre una bandeja para horno cubierta con papel de hornear y luego cubrir la bandeja con bolsas de plástico para que no se reseque mientras leva.
Cuando haya vuelto a duplicar su tamaño, quitarle el vaso o cuenco que tenía, pintarlo con huevo batido con la ayuda de una brocha y esparcir el azúcar granulado por toda la superficie. En este momento sería cuando habría que echarle la fruta escarchada, lástima que no la encontré, jo!
Tostar las almendras en una sartén sin aceite (cuidado que se queman muy rápido) y colocarlas también por encima del roscón.
Precalentar el horno a 180ºC, introducir el roscón y tenerlo unos 20 minutos hasta que al final le doy unos 5 minutos de grill para dorarlo.
Dejar enfriar y partir el roscón por la mitad con la ayuda de un buen cuchillo. Separar las dos partes para poder poner el relleno.
Montar la nata con azúcar. Agregar una cucharadita de gelatina neutra en polvo en un poco de agua fria, una vez montada la nata agregar la gelatina. Con una manga pastelera ir cubriendo toda la superficie de nata.
Esta parte me salió bastante mal, porque la nata se me pudo en seguida muy líquida, así que para la próxima compró la nata en la heladería que la venden ya montada directamente :)
Poner con cuidado la parte de arriba y dejar reposar un poco antes de probarlo, para que la nata se impregne bien en el roscón, Tened paciencia, que merece la pena!
Con esa cantidad de ingredientes me dió para hacer 3 roscones medianitos, así que tenedlo en cuenta antes de poneros manos a la obra. Yo tuve que repartir roscones por todos lados para no cogerme una sobredosis de azúcar, jeje.
La verdad es que salen bastante rico, y hace mucha ilusión ver como todo el esfuerzo acaba siendo recompensado, pero es muy laborioso. Me costó hacerlo todo un fin de semana, así que ya veré si para reyes este año lo hago, o espero para el que viene a que se me olvide toda la trabajera que lleva :P